21 de septiembre de 2010

Kin.

He fumado tanto estos días. Me dan ganas de decir "one cigarette a day keeps the doctor away". Ver a mi abuela tan seguido me gusta. Está tan viejita (casi 99) y tan cuerda (más que mis padres), sus chantajes para fumar más son lo máximo, sus piernas son flacas, su piel truena como los pliegos de bolitas de plástico, su voz es ronca y su carcajada también. La escuché anoche cuando mi tía se cayó y se pegó en la cabeza con el librero. Le dió tanta risa. A veces me recuerda Braindead.

Braindead la ví hace muy poco de madrugada. Ahora con mi rutina medianamente normal y completamente fuera de contexto me pregunto a qué soy más adicta, si a la computadora o al alcohol. Quisiera decir la otra cuando digo una, y luego quiero mejor no decir nada. Tampoco voy a prometer nada que no voy a cumplir, es la verdad. Mejor confieso que mi madre siempre se ha visto mejor antes de ir al estilista que después, siempre, siempre.




10 de septiembre de 2010

Kynodontas.



El nombre del bar de la chica que duerme junto a mi cuarto está basado en esta película.
Ese día vimos películas hermosas. Como 4. Dos tan memorables. El otro día también, de noche volví a ver Felicia's Journey y la verdad ni me acordaba bien de qué se trataba. Los días están perfectos para ver buenos filmes como aquellos tiempos de empezar a ver Godards.

Últimamente he bebido y trabajado más que visto películas o hecho cosas medianamente interesantes. Ayer tuve mi deadline de estrés. Hoy ví un cielo gris y me senté junto a mi perro a ver llover. Cosas buenas vienen.

Recomiendo: Metalosis maligna.


1 de septiembre de 2010

Hyper-trabajando.


Sin tiempos para decir nada.