17 de febrero de 2010

Wilhelmina Park.

Hoy salí en la bici a hacer cosas con el cielo nublado. Vi a gente que se portó muy amable conmigo. Andaba por ahí y empezó la lluvia. Olía a pan caliente y lluvia. Olía a  Holanda. Cuando viví en Holanda casi todo el tiempo el clima era así. Las nubes corrían. O tapaban el cielo. O reventaban. Con lluvia o nieve, depende. La bici derrapaba cuando se hacía hielo en el pavimento. Y era bien difícil ver y andar en bici cuando caía nieve. Todos los días para ir a la escuela pasaba por Wilhelmina Park. Ahí hay un restaurante y por donde va la ciclopista era justo la parte trasera.  Al pasar por ahí el aire helado se mezclaba con una nube de aire caliente y olor de pan en el horno. O tarta de algo. No sé, pero delicioso. Y luego otra vez al aire helado. Me molestaba un poco porque en ese tiempo yo comía mucho y se me antojaba comer más. Y eso que seguro venía bien desayunada. Era una cosa habitual, que hasta hoy que olí algo parecido, sé lo mucho que lo extraño.


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