1 de febrero de 2010

Aeropuertos, aviones.

Aeropuertos.
Hermosa frase: "voy al aeropuerto". Maletas, pasaporte. He dormido en algunos aeropuertos. En otros he estado varias veces. En otros he aceptado una noche más en hotel y salir al día siguiente. En otros llegué corriendo. En otros me quedé horas esperando. En otros me he presentado en estado de ebriedad. En varios pasé por aduana y migración. En alguno me perdí, decidí cosas muy importantes, me preocupé y/o sostuve grandes cantidades de adrenalina. Sola o acompañada. Una vez hasta huímos de un aeropuerto porque nos volamos la pluma del estacionamiento y robamos un cono. Pero en todos me subí y/o bajé de un avión casi todas las veces. Y de varios quisiera repetir. Estos son la mayoría de ellos:

- Miguel Hidalgo.
- Benito Juárez.
- Melbourne.
- O'Hare.
- Cancún.
- Piedmont Triad.
- George Bush.
- Mariano Escobedo.
- Playa de Oro.
- Puerto Vallarta.
- Schipol.
- Charles de Gaulle.
- Tapachula.
- Juan Santamaría.
- Heathrow.
- Gatwick.
- Newark.
- Capitán Rogelio Castillo.
- Mariscal Sucre.
- El Dorado.
- José Martí.
- Tocumén.
- Ezeiza.
- Viru Viru.
- Sky Harbor.
- Del Bajío.
- General Abelardo L. Rodríguez.
- Adolfo López Mateos.
- Tegel.
- Manuel Márquez de León.


También me he subido a 2 helicópteros y 5 veces a avionetas. Así que no menciono algunos hangares porque ni me sé los nombres. Parece presunción, tal vez poquito si, pero también es reflexión y contemplación del movimiento y el ganar y perder horas. Subirse al avión.

Aviones.
Acordarse de sentarse dónde y cómo. Con quién. Hablar o no hablar. Ver al de al lado o a la ventana. Tirarle su bloody mary encima a la gringa de pantalones blancos. Roncarle a gente que jamás volverás a ver en la vida. Conocer a alguien. Sentir que se cae el avión. Quitar la puerta de la salida de emergencia y caminar por el ala (estacionado el avión, nada tan emocionante). Grabar. Besarse. Beber. Babear. Hacer amistades efímeras. Dormir. Leer. Llorar. Extrañar. Morirse de ansias. 33000 pies de altura. No saber qué sigue. Qué más hace uno en un avión. Conozco quién se ha ido al baño a tener un poco de suerte. Pero esto no es tan común según yo. Cuando alguien viaja y lo recuerdas en el momento en que está en el avión, es muy probable imaginarlo tal cual como está. Sentado, viendo al asiento de adelante. O el techo. O la ventana. O sus rodillas. O su subconsciente. No hay tantas opciones. Y secretamente deseas que no sea así.



>> "A flight attendant comes past, and the redhead orders two double bourbons. I say, "I hope you're planning to drink them both." And she says, "Actually, they're both for you."

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